¡Hoooooola! Hoy os escribo desde México lindo.¡Ándele, ándele! Estoy un poco sofocada porque aquí al sol le tienen puesto en el máximo. Me paso el día con ...
gafas de sol y bebiendo cócteles de esos con muchas palmeritas y mucha fruta. He venido para visitar a una amiga que se ha hecho su octava cirugía. Me la he encontrado como el doble de la momia. ¡Qué horror! Todo el día con esos vendajes espantosos puestos. Yo prefiero verme la nariz como un tobogán del acuapark antes que pasarme días y días con esa pinta. ¡Con el calor que hace encima! Me ha dicho que le quitan los vendajes mañana y a mí me da más miedo que Drácula y el Hombre Lobo juntos. La última vez que se operó, casi me da un soponcio al verla. Pensé que habían secuestrado a mi amiga y me habían dejado con un monstruo mitad pez globo-mitad humano, pero ella se vio estupenda. “Sin una arruga” dijo encantada justo cuando yo corría hacia la puerta a buscar a mi amiga y a pedir auxilio, que vete a saber tú los hábitos alimenticios de aquella criatura, que igual le encantaban las fashion victims lo más de los más como yo y me zampaba de un bocado con sus labios megaextensibles. Me quedé de un aire al escucharla. Me volví y le pregunté: “¿Eres tú?¿En serio?¿Sí? ¿Seguro? “ Y chica, ella asintió extrañada por mis palabras. Se ve que sus ojos le enseñaban un versión diferente que los míos a mí. Mañana imagino que no reconoceré los pómulos extramegahinchados y echaré de vuelta a correr.
Por
cierto, este país maravilloso tiene unas playas preciosas y la gente
habla de lo más gracioso y simpático. Se les escapan unos gallos
que ni en una granja de huevos. Eso sí, tienen que ver mi show, que
como el resto del mundo, pueden mejorar mucho sus vestimentas. Os
dejo con una foto que me saqué ayer en la playa para que veáis lo
guapa que estoy con gafas de sol. Os quiero, os quiero y os quiero.
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